Inauguración: 16 de Agosto de 2012 Cierre: 8 de Septiembre de 2012 Registro fotográfico: Anabella Vera, Gustavo Nieto, Valentina Díaz & Fausto Verón Musicaliza: Fede Klemm
A veces al entrar en una casa en la cual esta teniendo lugar una fiesta uno busca con prisa encontrar a alguien conocido o tomar un vaso, llenarlo y beberlo entero. Esta angustia podría ser comprendida dentro de uno de esos fenómenos sociales que uno tarda buena parte de su vida en desentrañar pero se aplica –también- a la búsqueda de sentido de un recién llegado en una muestra. Leyendo Kawabata es grande la tentación de imaginar los muchos finales pero la sutileza con la que el japonés narra los acontecimientos logra dotar a cada instante de un aire propio en donde imponen su peso las vivencias y en la tierra, las vivencias respiran. De paseo por Rosario tuve oportunidad de encontrarme con los cientos de retratos que Natalia Lipovetzky hizo por las inmediaciones de su computadora generando lo que algún crítico avispado podría llegar a mencionar como “autorretrato viral para sociedad ensimismada frente a una pantalla”. En la sucesión de dibujos, sorprende el esmero de la retratista que logra captar algo de cada cual y a la vez ofrecer su persistencia con estilo propio. Es vertiginoso asomarse porque lo que en primera instancia parece monótono -muchos papeles de un mismo tamaño- pronto empezarán a narrar un cosmos repleto de peinados, miradas y gestos distintos. Maneras de ser me apuntan desde acá cerquita. Una gran obra que nos relata a nosotros los ciudadanos como partículas luminosas singulares y esenciales de nuestra época. Es esa mirada optimista la que un artista afortunado que elige su camino y sus temas de trabajo puede contagiar en la sociedad. Y algo de esa práctica underground ya se venía intuyendo en una artista que hace tiempo se infiltró en casi todas las casas de la capital provincial: su colección de dvd puede haber empezado como una broma pero a fin de cuentas resulto ser una broma muy seria.
Hiperespacio* es una muestra largamente esperada porque a diferencia de otros artistas que abren su producción como una canilla de agua potable que parece que nunca se va a terminar, Lipo es sumamente atenta a sus ánimos y eso la vuelve una artista de culto. Para bien y para mal. Lo que nos lleva a otro de sus trabajos ambiciosos, el autorretrato con sus manos en la cara donde el tiempo parece detenido y nos sumergimos sin más paréntesis en su imaginación. Ojos cerrados, puerta abierta, aférrense bien. Un millón de mariposas salen volando sin rumbo. De repente el aire se condensa y el piso estalla en millones de pedazos pero sobretodo en un gran plano con árboles pequeñitos y casas con terrazas viajando hacia mí. ¿O seré yo? Aguas vivas se cruzan en una atmosfera enrarecida en donde tengo mochila y no pienso soltarla. Ahora sí, todo depende de mí. Probablemente sea Lipo junto a alguna amistad los intrépidos terrestres que se aventuren por la superficie lunar para probar que los gestos anacrónicos sí tuvieron lugar y no es cierto que los humanos seamos tan necios, ¡hay tucumanas en la luna!
Y en ese paseo que secretamente envuelve cada muestra encontrarse reflejado de una manera nueva e insospechada como todos los días lavándonos las lagañas frente al espejo.
Leopoldo Estol
* el Hiperespacio es una especie de región conectada con nuestro universo, y a menudo sirve como atajo en los viajes interestelares para viajar más rápido que la luz, basado en la hipótesis de que se puede llegar de un lugar a otro a través de la cuarta dimensión.